Características del liderazgo empresarial
El liderazgo empresarial se considera una habilidad que cualquier individuo puede desarrollar. No obstante, ser un líder empresarial conlleva una gran responsabilidad.
Literalmente, la persona a cargo de llevar el mando (ser el líder) debe tener la destreza de empatizar e influir sobre el resto de los trabajadores. Esto, por supuesto, con el objetivo de alcanzar un fin: la grandeza de la compañía.
No obstante, a pesar de que cualquiera puede ser líder (trabajando en ello), es necesario cumplir con ciertas características que lo adapten al puesto. Finalmente, dependiendo del camino que escoja caminar, el líder empresarial podrá manejar los cinco tipos de liderazgo.
¿Qué es el liderazgo empresarial?
El liderazgo empresarial es, como ya se mencionó, una habilidad que cualquier individuo puede desarrollar. No obstante, este líder empresarial debe ser una persona con destreza, capaz de llevar el mando, influir en sus trabajadores y tomar decisiones importantes.
Además, el líder empresarial posee una característica única que lo diferencia de cualquier otro jefe: no dicta, sino que enseña. Es decir, ayuda y apoya al resto de los empleados, reconoce sus habilidades y los impulsa a completar sus metas y objetivos.
Características del liderazgo empresarial
Para poder asumir el mando de líder, la persona a cargo debe cumplir con ciertos factores que lo conduzcan a ese puesto. Entre ellas, los siguientes son los principales:
- Poseer habilidades personales
Específicamente, tener el control y equilibrio de sus emociones; otras personas lo llaman “inteligencia emocional”. Puede que no parezca relevante, no obstante, es una de las más importantes.
Debido a la gran competencia que hay en el mercado, mantenerse mentalmente centrado y equilibrado es un poco difícil. Aun así, si la persona logra un control total, se convertirá en el mejor de los líderes.
Además, un punto importante para concretar cualquier tipo de negocio es mantener una buena relación. A pesar de que la meta es el objetivo, el camino para llegar a ella debe ser limpio y ético. Finalmente, cabe destacar, esta es la habilidad más difícil de conseguir.
- Poseer habilidad social
Muy parecida a la personal pero con terceros individuos. Un líder empresarial debe tener una gran red de contactos, además de un vínculo permanente con inversores fieles al negocio. Además, no solo con los grandes inversionistas, sino con todo el personal que mantiene a flote a la compañía.
En inglés se denomina stakeholders, un término que hace referencia al líder que tiene la capacidad de mantener una excelente relación con todos sus empleados. Desde la persona que abre la puerta, hasta el del puesto más alto de la organización.
Por supuesto, no es únicamente el saludo, sino también el trato y las buenas acciones. Un simple saludo, un “¿cómo estás?” y así sucesivamente, estas acciones tan sencillas traerán grandes resultados a futuro.
- Poseer habilidades técnicas
De nada sirve que seas carismático y que controles tu personalidad y temperamento, si no dispones de las herramientas y habilidades técnicas adecuadas. Cambia a una plataforma adecuada como, por ejemplo, un software ERP; y utiliza nuevas estrategias inteligentes e innovadoras.
Una vez que el líder empresarial se encuentre firmemente posicionado entre estos pilares, jamás se estancará en conocimientos. Por supuesto, el humano no nace sabido, por lo que deberá seguir cursos y practicarlos con sus empleados.
Tipos de liderazgo empresarial o líder empresarial
Al día de hoy existen exactamente cinco tipos de liderazgo empresarial. Cada uno, cabe descartar, tiene cierta influencia tanto laboral como psicológica en los empleados, por lo que es importante conocerlos a detalle. Estos son:
Liderazgo Laissez-faire
Se trata de un líder empresarial que trabaja en positivo, confía en sus empleados y en sus deberes. Ciertamente, hace su trabajo, pero también está consciente que el personal contratado está preparado para desempeñar sus tareas. Su lema: “hay que dejarles hacer”.
En otras palabras, es aquel líder caracterizado por dejar en completa libertad a sus empleados y así estos realicen su labor como más cómodo les parezca. Al final, se cuenta el resultado y no el procedimiento que llevaron a cabo.
Finalmente, este líder orienta y da consejos, no obstante, no impone su voluntad. El resultado: obtiene un equipo de trabajo confiado y motivado, capaz de dar lo mejor de sí mismo para obtener un gran resultado.
Liderazgo democrático
Es uno de los líderes que más considera a sus empleados, cree fielmente en que su palabra vale y lo hace notar. Ciertamente, no se impone ni deja hacer, por el contrario, como indica su nombre, se va a una democracia. Deja que todos participen y al final obtienen una decisión en conjunto.
Por supuesto, en caso de una controversia, el líder es quien está al mando y será quien decida, no obstante, su naturaleza no es ser autoritario. El resultado: mejora la actitud y visión empresarial.
Liderazgo autocrático
Totalmente diferentes a los dos antes mencionados. Este líder se sitúa por encima de todos, demuestra su poder y su palabra es la que vale. Además, nadie puede demostrarse disconforme con su decisión.
La verdad es la clase de jefe que nadie quiere. Es una versión negativa del poder y el único resultado que logra obtener es la desmotivación por parte de sus empleados y una comunicación unidireccional.
Liderazgo transaccional
Como indica su nombre, se basa en el intercambio de incentivos monetarios entre jefe-empleado como recompensa de un gran trabajo. Ciertamente, el empleado no tiene la libertad de hacer lo que quiere y como lo quiere, no obstante, el objetivo es el mismo.
Se trata de un tipo de liderazgo positivo en donde ambas partes salen ganando. El líder obtiene el trabajo que necesita, mientras que el empleado logra la recompensa por su ardua labor. El resultado: motiva a los empleados a ser mejores en su trabajo.
Liderazgo transformacional
Es el tipo de líder que se centra en sus empleados, los instruye y transforma. El jefe que sigue un patrón de liderazgo transformacional está consiente de que los trabajadores son el futuro de la compañía. Por eso los aconseja y confía en ellos.
Además, permite que estos mantengan una comunicación abierta y efectiva entre empleado-jefe; es un líder positivo. El resultado: fomenta la creatividad y confianza entre los trabajadores, les enseña a no tener miedo y a creer en los jefes.
Consejos para llevar un correcto liderazgo empresarial
El líder empresarial debe estudiar no solo las habilidades sociales, personales y técnicas, sino que, además, debe instruirse en los pilares fundamentales. Asimismo, debe analizar, crear estrategias y establecer prioridades, todo esto sin olvidarse de que un líder debe ser:
- Ético: comprometerse, ser responsable y cumplir todo lo acordado con los empleados.
- Sereno: siempre preparado para aguantar ante una situación extrema o de alto estrés, controlando las emociones y conflictos internos.
- Capaz: responsable, dando siempre buenos resultados, ganándose la garantía de los empleados.
- Valiente: sin temor de afrontar momentos delicados. Demostrando que puede mantener firme una decisión, sin importar las críticas y aceptando sus errores.
- Convincente: siempre demostrando seguridad en todo lo que hace.
- Considerado: no pensar solamente en sí. Al contrario, un buen líder escucha a sus empleados, los entiende y los aconseja.
Además, no solo debe felicitar, sino también invertir en el talento. Dejar que sus empleados se formen aún más con valores que no permitan que lo olviden.
Finalmente, debe ser motivador, un líder que no consienta que el ánimo de sus empleados decaiga. Si sigue estos consejos, además de llevar un buen control administrativo, la ejecución final será perfecta.